martes, 9 de junio de 2015

GODZILLAMARATÓN XI - GODZILLA VS HEDORAH (1971)




Entramos en la década de los años 70. Corrían nuevos tiempos para Godzilla. La muerte de Eiji Tsuburaya no sentó muy bien a Ishiro Honda, el cual se apartó de la franquicia durante un largo período de tiempo. Por ello, Toho, la compañía que creó al rey de los monstruos, tuvo que recurrir a un nuevo director, Yoshimitsu Banno, para que hiciese una película diferente a todo lo visto. Y así surgió este filme, que a día de hoy sigue siendo el más discutido de toda la saga. 

La historia nos cuenta el surgimiento de extraños animales en las aguas de Japón, con forma de renacuajos, y de variable tamaño. Algunos son tan grandes que pueden destruir enormes buques petroleros. Un científico sufre graves lesiones en la cara cuando entra en contacto con las criaturas, quedando desfigurado.




Pero eso no le impide continuar con sus labores, y así llega a descubrir que los extraños seres son en realidad minerales, y cuyo crecimiento se ve acelerado con el vertido de lodo al mar. Además, se fusionan en una enorme entidad conocida como Hedorah (o "Smog Monster" en la versión americana), que se alimenta de los humos de las fábricas, alcanzando así su enorme tamaño.


Me voy a pillar un colocón que no veashhh tíiiio

Godzilla decide intervenir, y la batalla comienza. Por desgracia, Hedorah es invulnerable al rayo atómico del rey de los monstruos, y además libera globos de lodo que destrozan todo a su paso. Habría que decir que la música usada para ambientar la batalla es todo lo contrario a épica, pareciendo más a la que sonaría en un circo o en el sueño de un borracho perdido (y a veces ni hay música) Hedorah vuelve al mar, dando por concluida la batalla.

Al siguiente día, el científico descubre con horror que el monstruo absorbe la polución y expulsa ácido sulfúrico, dando como resultado una mayor contaminación. Hedorah evoluciona de nuevo y adquiere la capacidad de volar, 




desplegando una nube de gas tóxico que asfixia a la población, e incluso la derrite, dejando solo los huesos de las víctimas.





Incluso Godzilla sufre heridas graves por culpa del monstruo.


¡AY DIOJ MÍO!

Sep, la película tiene ciertas escenas bastante crudas (se me olvida la de un edificio que se derrite por el gas en total silencio) y demasiado raras para que las vean espectadores mortales. Como la del baile de los peces en la discoteca:


-Vamos, señora, que tengo un pescado tan fresco que baila solo, señora
-Hmmm... yo soy un poco exigente...¿Y sabe bailar tango?
-Por supuestísimo, tango y hasta breakdance
-Gensanta, qué modernidades
Tras este paréntesis, sigamos con el argumento del filme. Al final, el ejército diseña un artefacto eléctrico que puede destruir a la criatura. La batalla entre los dos kaijus ha destrozado el suministro eléctrico que la máquina necesita, y es Godzilla quien tiene que activar el arma con su rayo atómico. Hedorah parece derrotado, pero logra escapar. Godzilla decide perseguirlo, y para ello, se enrolla, dispara su rayo atómico y sucede lo inaudito: comienza a volar. Con dos cojones. Ea.


¡CHOY CHUPERMANNNN!

Cuando alcanza a Hedorah, Godzilla lo lleva de vuelta a la máquina, para así poder eliminar de una vez por todas al monstruo del smog. Una vez que este es destruido, Godzilla se marcha, y la paz vuelve a reinar en el país del sol naciente.

No es de extrañar que esta entrega sea calificada como la más controvertida de toda la saga del rey de los monstruos, pues posee un buen montón de motivos para tal denominación. En ciertos momentos, parece tener claro que se dirige al público infantil con su mensaje ecologista y con las escenas en las que aparece el niño protagonista, pero en otros no se anda con mariconadas, mostrando todas las desgracias que provoca Hedorah sobre la población, sin importar lo violentas que puedan ser. No nos olvidemos de las raras escenas que aparecen en la cinta, como la de la discoteca, e incluso los créditos de inicio de la propia película: parecen sacados de los filmes de James Bond.





Un aspecto que me ha parecido muy innovador es el monstruo. Es nada más verlo y ya sabes que es la encarnación de la contaminación, con esa forma mugrienta, sus ojos penetrantes, su piel tóxica al contacto, y los gases nocivos que emana. También me gustó el hecho de que evolucionase, pasando de vida acuática y nocturna a una más terrestre y diurna. Pero los combates entre Godzilla y Hedorah son bastante tediosos, lo cual es una verdadera lástima. Si hablamos de los personajes humanos, aunque es interesante ver cómo se devanan los sesos intentando detener a la criatura, son muy aburridos y planos, pese a que si se piensa bien, esta película es como una especie de remake de la primera película de Godzilla (Hedorah es la amenaza que asola el país, creada por el hombre, aunque no con las bombas sino en este caso por la polución).

En definitiva, una película bastante curiosa, mejor que la anterior, pero que no ha logrado captar mi interés. 

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